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¿Por qué este reciente descubrimiento filológico es tan importante para los historiadores del cristianismo primitivo? ¿Qué hace único al Evangelio de la infancia de Tomás para cristianos y musulmanes? ¿Qué puede decirnos sobre el personaje de Jesús de Nazaret?

El mundo de la filología del cristianismo primitivo se despertó este año 2024 con la noticia de un pequeño gran descubrimiento: un fragmento de papiro inventariado como “P.Hamb.Graec. 1011”, nombre que no dice mucho, pero se trata de un fragmento del Evangelio de la infancia de Tomás , el trozo más antiguo descubierto de esta obra apócrifa, desapercibido durante décadas en la Biblioteca Estatal y Universitaria Carl von Ossietzky de Hamburgo.

Esta pieza sería lo más cercana a parte de la versión 0 de un texto siempre rechazado formalmente del canon bíblico de católicos, ortodoxos y protestantes, pero que influiría, sin embargo, en la piedad popular y en los cambios religiosos de la Alta Edad Media. Un evangelio poco teológico y con vacíos sociales, de interés por ser una corriente de extraños fenómenos paranormales ligados a las actividades infantiles de un Jesús joven.

Aunque probablemente existió, la figura de Cristo es paradójica debido a su gigantesca influencia, a pesar de ser muy oscura o crítica. ¿Fue Jesús un humano concreto del que partió un símbolo? ¿O se trata de una gran estafa? La mayoría de los especialistas en cristianismo primitivo, sean creyentes o no creyentes, y dentro del complejo desarrollo del análisis histórico crítico desde el siglo XIX, considera que sí existió una persona, Jesús de Galilea, de la que sabemos muchas cosas, de hecho, más. que de personajes como Sócrates, gracias a unas pocas fuentes no cristianas, pero principalmente vía textos confesionales, ciertamente propagandísticos, aunque coherentes con la historicidad propia del siglo I en el que vivió esta figura.

Mucho de lo que sabemos debe tomarse como plausiblemente histórico, por ejemplo, que Jesús fuese un judío practicante del norte de Palestina, una semita cuya lengua materna fue una variante del arameo, habiendo desarrollado durante su juventud una teología de carácter apocalíptico a partir de parábolas. y gestos. Después de un ministerio visto como taumatúrgico, habría sido justificado por Roma tras trasladar su predicación a Jerusalén. La comunidad de discípulos que formó le sobreviviría predicando, escribiendo evangelios y textos homiléticos, bases de lo que hoy conocemos como fe cristiana en sus diversas formas históricas.

Los sesenta y seis libros que componen la Biblia cristiana habrían sido escritos por más de 40 autores a lo largo de un lapso de mil años entre la obra más antigua y la más nueva. Los apócrifos sobre Jesús a veces presentan doctrinas alternas a la que consiguió ser normativa, pero también pueden ser obras literarias para llenar huecos en la vida del Nazareno, y así satisfacer la curiosidad y el sentido de lo maravilloso de los creyentes.

Se sabe que el Evangelio de la infancia de Tomás no puede ser posterior al siglo II, aproximadamente un siglo más antiguo que el Nuevo Testamento, esto debido a que es mencionado por primera vez en el libro Contra las herejías del obispo y famoso heresiólogo Ireneo de Lyon, una obra de referencia escrita en el año 180 después de la era común.

De acuerdo con los investigadores Lajos Berkes, del Instituto para el Cristianismo y la Antigüedad de la Universidad Humboldt de Berlín, y Gabriel Nocchi Macedo, de la Universidad de Lieja en Bélgica, el Evangelio de la infancia Tomás no es un documento unificado del que se conserve el original, sino que se disponen de múltiples versiones diferentes con siglos de diferencia. El ejemplo más antiguo que se tenía data del siglo XI, siendo algo asombroso del recientemente descubierto el que probablemente pertenezca a los siglos IV o V.  

El fragmento mide alrededor de 11 centímetros por 5 centímetros y contiene 13 líneas griegas, con aproximadamente 10 letras por línea. Habría sido redactado como ejercicio en una escuela o monasterio, algo pensable, entre otras cosas, por su escritura torpe con líneas irregulares. En opinión de Berkes y Nocchi, este es un descubrimiento importante que confirma lo que ya se sabía y da nuevos conocimientos sobre este evangelio y su transmisión.

El trozo de papiro descubierto increíblemente no fue advertido hasta ahora debido a su mala calidad gráfica, confundible con parte de una carta privada o una lista de compras. Sus pocas palabras incluyen el inicio de un episodio muy significativo, conocido como “la vivificación de los gorriones”, el segundo milagro del Nazareno según el Evangelio de la infancia de Tomás. Una escena sumamente famosa, cuya versión más conocida es la que sigue:

Cuando el niño Jesús tenía cinco años, después de una lluvia, jugaba junto a los vados de un arroyo. Y reuniendo el agua que fluía, que era inmunda, en estanques y de inmediato los hizo puros y virtuosos; con una sola palabra les ordenó y no por medio de una obra. Luego, tomando arcilla blanda de su mezcla, formó doce gorriones. Era Sabbath cuando hacía estas cosas mientras jugaba. Y muchos niños también jugaban con él. Y un judío, al ver lo que hizo Jesús en Sabbath, se fue e informó a su padre José, diciendo: “¡Mira! Tu hijo estaba jugando junto al arroyo y tomó barro y formó doce gorriones con él y profanó el Sabbath”. José llegó al lugar y, al ver a Jesús, le gritó, diciendo: «¿Por qué haces estas cosas en Sabbath que no es lícito hacer?» Pero Jesús, batiendo palmas, gritó a los gorriones y les dijo: “Vayan, tomen vuelo y acuérdense de mí, vivientes”. Y, tomando vuelo, los gorriones se alejaron graznando. Los judíos que vieron esto se asombraron y se fueron e informaron a sus líderes el milagro que habían visto realizar a Jesús.

A lo largo de la Edad Media nunca se tuvo un canon bíblico inamovible y universal como el que existe en las Iglesias desde tiempos más modernos. Y aunque el Evangelio de la infancia de Tomás siempre se contó como un texto apócrifo o dudoso, también es cierto que el milagro de los gorriones fue tolerado como una fábula piadosa que, incluso, pudo haber influido en las representaciones de Francisco de Asís predicando a los pájaros.

Lo más interesante de este milagro es que fue adoptado por otra religión, el Islam. Probablemente el contacto del profeta Muhammad con monjes sirios, alejados de los estándares de las grandes sedes de Roma y Constantinopla, sería su aprendizaje de la vida de Jesús, incluido el acto de vivificar gorriones de arcilla. El Corán agregaría esta historia sobre el Nazareno o el profeta “Isa”, un gesto que llevó finalmente a las Iglesias a condenar al Evangelio de la infancia de Tomás. La versión islámica aparece en la Surah Al-Ma'idah, 110:

Cuando Allah diga: “Oh Jesús, Hijo de María, recuerda Mi favor para ti y tu madre cuando te apoyé con el Espíritu Puro y hablaste a la gente en la cuna y en la madurez; y cuando te enseñé la escritura y la sabiduría, la Torá y el Evangelio, y diseñaste de arcilla la forma de un pájaro, soplaste en él y se convirtió en un pájaro con Mi permiso”.

 

Imagen de porada: "El joven Mesías", Cyrus Nowrasteh (2016).