Hamás, cuyo nombre es un acrónimo en árabe para Movimiento de Resistencia Islámica, se encuentra en el centro de la atención del mundo, después de la reciente intensificación en la Franja de Gaza. Es indudable que Hamás es responsable de la muerte de cientos de inocentes, pero su señalización como el gran enemigo es una simplificación. No sólo porque el Estado de Israel ha oprimido por décadas a los palestinos, sino porque la misma existencia de Hamás es en parte responsabilidad de Israel.
Es poco conocido que Hamas podría no existir hoy si no fuera por el propio Estado judío. Como informa el sitio The Intercept, durante la década de 1980, Israel vio en los islamistas palestinos una herramienta útil para contrarrestar a los secularistas y izquierdistas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del partido Fatah, liderado por Yasser Arafat. De hecho, Arafat llegó a referirse a Hamás como "una criatura de Israel".
El general de brigada Yitzhak Segev, quien fue el gobernador militar israelí en Gaza a principios de la década de 1980, confesó en una ocasión que había financiado el movimiento islamista palestino como un "contrapeso" a la OLP. "El gobierno israelí me dio un presupuesto", reveló el general retirado, "y el gobierno militar da a las mezquitas".
Avner Cohen, un exfuncionario israelí de asuntos religiosos que trabajó en Gaza durante más de dos décadas, lamentó en 2009: "Hamás, para mi gran pesar, es una creación de Israel". En la década de 1980, Cohen advirtió en un informe oficial sobre los peligros de apoyar a los islamistas palestinos contra los secularistas. Lamentablemente, no se siguió su consejo.
Ahora bien, esto no se trata de una teoría de la conspiración que sugeriría que Israel creó a Hamás como una bandera falsa para poder iniciar una guerra, al menos esto no es lo que señala The Intercept. Más bien es una paradoja que, después de haber contribuido al surgimiento de Hamás, Israel intentó eliminarlo a través de acciones militares, bloqueos y asedios.
En la última década, Israel y Hamás han entrado en conflicto en tres ocasiones, resultando en la muerte de aproximadamente dos mil quinientos civiles palestinos en Gaza. Por su parte, Hamás ha causado más muertes civiles israelíes que cualquier otro grupo militante palestino secular.
David Hacham, un experto en asuntos árabes del ejército israelí que estuvo en Gaza en la década de 1980, reflexionó posteriormente sobre estos acontecimientos: "Cuando miro atrás en la cadena de eventos, creo que cometimos un error. Pero en ese momento, nadie pensó en los posibles resultados".
Un caso similar puede encontrarse con el mismo Al-Qaeda, que tiene su origen en parte entre los grupos rebeldes de Afganistán que la CIA fondeaba durante la ocupación rusa.