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Bangkok, Lisboa, Buenos Aires y la Ciudad de México son algunas de las mejores ciudades para los nómadas digitales, según este ranking

El fenómeno de los nómadas digitales ha explotado en los últimos años, especialmente a raíz de que la pandemia de covid-19 permitió que muchas personas trabajaran remotamente y, a la vez, el deseo de viajar pareció resurgir o resignificarse. Los nómadas digitales son personas que emplean la tecnología para trabajar y lo hacen desde diferentes lugares. Generalmente se dedican a actividades como la programación informática, la creación de contenido en medios electrónicos y redes sociales o el manejo de criptomonedas, entre otras afines; en suma, labores relacionadas de alguna manera con el ámbito digital. Sin embargo, lo que los define no es necesariamente que trabajen en áreas estrictamente tecnológicas, sino que por la naturaleza de su trabajo, es posible realizarlo lejos de una oficina, usando sólo una conexión a Internet.

Este modelo ha sido ensalzado por algunos como una forma de gran libertad, pero también ha sido ampliamente cuestionado, en buena medida porque el nomadismo digital fomentó en varias ciudades la gentrificación. En la medida en que los nómadas digitales provienen de países con mayor poder adquisitivo que aquellos en donde se asientan, su presencia suele encarecer las rentas y ellos mismos no suelen aportar mucho a los lugares a los que llegan. De cualquier manera, muchos países creen que existe una gran oportunidad para captar a estos individuos que, después de todo, gastan dinero en los lugares que visitan.

Lo que estos individuos solitarios suelen buscar son lugares en los que la vida no sea muy cara –al menos en comparación a su ciudad de origen– y sea agradable, según una serie de condiciones que pueden variar. Muchos nómadas digitales buscan climas cálidos y una especie de sensación mixta de estar simultáneamente de vacaciones y trabajando. Esto refleja una idea esencial: la productividad no es lo único importante; las experiencias que se tienen en el lugar son igualmente significativas. Por eso buscan lugares que ofrecen una buena vida social y cultural, especialmente vida nocturna o actividades en la naturaleza. Y, por supuesto, suelen interesarles los lugares donde haya una conexión a Internet decente.

El sitio Nomad List, basado en las experiencias de los propios nómadas digitales, evalúa variables como el costo de vida, el clima, la calidad de la conexión a Internet, la calidad del aire (y si hay aire acondicionado), la seguridad pública o si las ciudades son buenas para caminar, si son amigables con los extranjeros, si no hay racismo o sexismo, si se habla inglés (la lingua franca del mundo ya), etcétera.

De esta manera, el ranking mundial de los nómadas digitales tiene a Canggu, en la isla de Bali, Indonesia, como la mejor ciudad, seguida por Bangkok, Lisboa, Buenos AiresChiang Mai (Tailandia) para completar el top cinco de la lista. Portugal vuelve aparecer con la ciudad de Madeira en el sexto lugar, la isla Gran Canaria en séptimo, la Ciudad de Mexico en octavo, Timisoara (Rumania) en noveno y Medellín en décimo, con lo cual se completan las mejores diez ciudades. 

La lista completa está dominada por lugares en Portugal, el país preferido de los nómadas digitales, presumiblemente porque ofrece una de las mejores conexiones a Internet y otras ventajas de países europeos como seguridad pública, una buena infraestructura de salud, un ambiente de ideas progresivas, etc., sin el costo de vida de otras capitales europeas como París o Londres, y además con mejor clima.

En este sentido, Berlín es la única ciudad europea que aparece en el top 20 de la lista, pese a que el costo de vida (para un nómada digital, ciertamente no para un local) se calcula en tres mil setecientos dólares al mes. En este caso, sin duda la ciudad figura por otras cualidades como su destacada vida nocturna.

Asimismo, cabe notar que muchas ciudades asiáticas aparecen en este ranking. En particular, algunas ciudades en Tailandia y Malasia son especialmente populares, ya que estos países tienen buen Internet y playas paradisíacas, y en términos generales su población es amigable (aunque el conocimiento del idioma inglés no está muy extendido). Luego aparecen ciudades menos desarrolladas, como algunas en Filipinas que quizá no tienen la mejor calidad de Internet pero cuentan con otras ventajas como la amabilidad de las personas y la belleza del lugar, o como Katmandú, en el lugar 30 del ranking, donde pese a que hay sólo 2 Mbs de velocidad promedio de Internet y una pésima calidad del aire, esto parece estar compensado por la gran riqueza cultural de la ciudad y la amabilidad de sus ciudadanos.

Además quién sabe, quizá estas últimas ciudades sean la parada final de quienes están a un paso de renunciar a la vida laboral para entregarse a otros intereses…

La lista completa se puede consultar en este enlace.

 

Imagen de portada: Hostelworld