Los mexicanos somos privilegiados al vivir en un país con una enorme diversidad culinaria una gran variedad de productos y alimentos. La gastronomía mexicana es resultado de la mezcla de la cocina prehispánica e hispana, por lo que es una de las cocinas más ricas y variadas del mundo.
En México, la milpa (del náhuatl milpan, de milli: "parcela sembrada", y pan: "encima de") es el sistema agrícola tradicional mesoamericano conformado por un policultivo, es decir, un espacio donde se cultivan diversas especies. La principal es el maíz, aunque también se siembra frijol, calabaza, jitomate y chile principalmente, y de acuerdo con la región se cultivan algunas otras especies. Estos son los alimentos que junto con los demás ingredientes de la cocina tradicional mexicana (muchos de ellos de origen hispano) dan como resultado la dieta característica de la cultura mexicana.
La milpa además, también integra y da orden a otras actividades como la cacería, la agricultura de otras especies, recolección de frutos y plantas comestibles y medicinales y la recolección de insectos. Es así como la milpa es el eje que organiza un modo de producción y una manera de vivir.
La milpa es una de las técnicas agrícolas más sensatas y productivas en el mundo, desde los puntos de vista ecológico y de seguridad alimentaria.
La dieta de la milpa es un modelo de alimentación saludable basado en la cultura y características regionales de la alimentación mexicana.
Muchos de los ingredientes de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana, así como del menú de la dieta del día a día de millones de mexicanos, se obtienen de la milpa. La dieta de la milpa es diversa, se adapta con mucha facilidad y tiene la capacidad de integrarse con otros cultivos de acuerdo con cada región.
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