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Un mantra de 120 metros de extensión puede admirarse en un paisaje montañoso en Rusia

El mantra Om mani padme hum es uno de los más utilizados en el budismo y ciertamente el más socorrido entre los tibetanos. Asociado con la deidad Avalokiteshvara, el bodhisattva de la compasión, Om mani padme hum significa literalmente "la perla del loto". Sin embargo, la frase tiene además una gran cantidad de significados y aun de simbolismos asociados. Se dice que el mantra encierra toda la enseñanza budista en seis sílabas, siendo la pureza del estado del despertar, el cual se consigue a través de la práctica de la compasión.

En 2006, previo a la visita del Dalái Lama a la región de Kyzyl, capital de la república de Tuvá, en las regiones profundas de la Rusia asiática, cerca ya de las fronteras con Mongolia, este mantra fue inscrito en las montañas de la zona. Recordemos que el Dalái Lama es visto por los tibetanos como la encarnación del bodhisattva de la compasión, Avalokiteshvara. 

En este caso el mantra, escrito en tibetano (en una transliteración del sánscrito), tardó un mes en ser inscrito, tiene veinte metros de alto y ciento veinte metros de longitud, y fue hecho siguiendo una tradición tibetana de pintar mantras en rocas. Se cree que hacer esto, al igual que las llamadas banderas de plegarias, genera gran mérito para las personas. Se dice que el viento acarrea las bendiciones.

Curiosamente, en Rusia se diseminó la costumbre de escribir en las piedras de las montañas, en ese caso alabanzas al Partido Comunista. De hecho, la montaña en la que se hizo este mantra se llamaba antes monte Lenin y ahora se le conoce como Dogee, el nombre viejo del sitio. Debido a la cercanía geográfica existen varios monasterios tibetanos en Rusia, y la presencia del budismo tibetano en este país tiene una historia muy amplia e interesante.

 


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