Recién arrancada la XV edición de MUTEK México, el festival más importante de cultura digital a nivel Latinoamérica, la plataforma se dio a la tarea anual de generar las actividades paralelas en paneles y talleres. En esta ocasión, Ejival, fundador de Static Discos e importante comunicador mexicano, fue la voz que dio el banderazo de inicio al área de Digi Lab, acompañado nada más y nada menos que de John Twells, coeditor de FACT Magazine y fundador de Type Recordings.
En este taller se incentivó la participación del público, mientras que sus integrantes hablaron de nuevos medios, de disrupción, de un contexto capitalista voraz, pero también de "atajos" hacia nuevos discursos intermedios que puedan documentar el acontecer musical en esta época de altísima segmentación algorítmica, poca permanencia editorial y la sobreexplotación de los mercados por las plataformas de streaming principales del momento.
En la charla se generó una dinámica muy abierta con los presentes, al igual que en varias de las actividades experimentales y de talleres del festival, que normalmente terminan en una presentación (i. e. Hacklab, coordinado en la edición anterior por Leslie García y Paloma López del colectivo Interspecifics). John Twells puso la mesa para charlar de la situación socioeconómica de su natal Birmingham, en donde la gentrificación ha encarecido tanto el costo de los shows estelares, que se ha ido perdiendo el gusto por ir a conciertos de bandas locales y semilleros más accesibles económicamente.
De ahí, Ejival planteó un hack. ¿Cómo? Sí, una especie de «atajo inteligente», mediante un proyecto llamado Psiconavegaciones sonoras, en el que se busca plantear un ecosistema en el que la gente le da un marco de referencia histórica a la música, a través de un mapa. Este mapa sitúa diferentes características del contexto global al hablar de zonas, lugares, historias, la evolución y otras descripciones, que ayudan a generar una ruta de apreciación musical en diferentes lugares geográficos.
A grandes rasgos, el taller del Futuro del Periodismo Musical demuestra que se pueden desarrollar nuevas narrativas mediáticas y a la vez reunir una perspectiva de las escenas musicales al hacer énfasis en los pequeños ecosistemas, dándole relevancia a nuevos contenidos sin dejarse afectar tanto por la gentrificación de los mercados actuales, así dando luz a una documentación del verdadero avance musical de una urbe o una escena determinada.
Twitter del autor: @bizogramma