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Eclipse lunar, solsticio y alineación con el centro de la galaxia: carta astral de un día especial

Ciencia

Por: Jimena O. - 12/21/2010

Además del eclipse total de Luna y el Solsticio, este 21 de diciembre se conjuga una alineación con el centro de la galaxia y una lluvia de estrellas, así como una serie de factores astrológicos que elevan el significado cósmico de esta ya de suyo ominosa fecha

La sincronización de los eventos astronómicos con los los eventos astrológicos (el plano magnético y el plano simbólico) de este 21 de diciembre de 2010, a dos años del fin del calendario maya y la esperada fecha del solsticio del 2012, hace que este día sea uno de los más significativos en los últimos tiempos, posiblemente el fin de un ciclo y el portador de una luz nueva. Hoy tendremos eclipse total de Luna, lluvia de estrellas de las Úrsidas, alineación con el centro de la galaxia, una ominosa configuración planetaria y una poderosa narrativa simbólica para potenciar la imaginación.

Por una parte tenemos la doble representación de la muerte y el renacimiento con el eclipse total de la Luna y el solsticio de invierno. Tradicionalmente, la imagen de un eclipse conjura a un dragón, el símbolo por excelencia del conocimiento, ya sea como un dragón que devora a la luna o al sol, o porque el dragón resulta asesinado por un astro (en este caso la Tierra, que se interpone entre el Sol y la Luna con su muerte roja). En la astrología védica, Rahu y Ketu, nagas (serpientes), se asocian con los nodos Norte y Sur de la Luna (la cabeza y la cola del dragón). También esta imagen de Rahu y Ketu recuerda al Ouroboros, la serpiente que se muerde la cola, algo que en la alquimia, al igual que en el viaje mítico del héroe que culmina en la muerte del dragón, simboliza completar la Gran Obra u Opus Magnum, una especie renacimiento espiritual.

El Sol, de forma similar, atraviesa su proceso anual de fénix en el día más oscuro en 456 años y también representa el mito del héroe que cruza el inframundo y asesina un dragón con su espada de luz renovada. El solsticio simboliza la muerte de la luz para el renacimiento; una fecha que es la navidad original: Cristo simbolizando al sol que muere para renacer. Después de esta fecha los días empiezan a tener más luz hasta llegar al solsticio de verano en máximo esplendor.

Podemos ver también que la energía femenina renace primero a través de la Luna y luego la energía masculina, esta vez guiada por la energía femenina en su proceso, logra su transformación a través del Sol. Se da entonces un juego de yin-yang, una imagen que puede verse en el eclipse sobre el rostro de los cuerpos celestes, cuando son cubiertos a la mitad por la alineación de otro astro: la luz y la oscuridad, lo masculino y lo femenino en el divino juego de la polaridad.

El símbolo de la serpiente o el dragón se conecta con que la Luna esté en Géminis y el Sol en Sagitario, ambos signos asociados con el conocimiento, el pensamiento y la filosofía (Géminis con la información y Sagitario con la verdad; Mercurio, el dios mensajero y Júpiter, el dios de los valores más altos). En este sentido  podemos ver quizás que el eclipse  es el heraldo de un nuevo ciclo gnóstico. El cambio de piel de la serpiente mental.

Mercurio en retrógrado rige a la Luna en el último grado de Géminis, alineándose con el el centro de la galaxia en el exacto momento del eclipse, mientras que el Sol habrá cruzado el centro de la galaxia en Sagitario poco antes.

Generalmente se asocia a Mercurio retrógrada con retrasos en los viajes  y los problemas en las telecomunicaciones,  algo que ciertamente ha sucedido en estos días, particularmente en Europa.

El Sol también se encuentra en el grado 29, el último de Sagitario, antes de entrar a Capricornio.

Por otra parte uno de nuestros lectores, David Carvajal, nos comparte la multiaparición del número 6 si sumamos los números del eclipse de forma cabalista:

“¿Se han dado cuenta del detalle numerológico? 21/12 = 6 1:32 hora de Este de EU = 6 3:30 horas de duracion = 6 no pasa desde 1554 = 6 ...y hace 456 años = 6 Curioso, ¿no? El seis es el número del ajuste y la armonía”.

Otros verán en esto el 666 de las Revelaciones de San Juan, el número de la bestia, aunque bien podría ser una mera coincidencia.

El astrólogo védico Sam Geppi también señala en este video que hay alineaciones similares a las del tsunami de Asia y al huracán Katrina. Mercurio, Plutón y el Sol están en Mula Nakshatra, la región raíz del cielo de 13 grados  y 20 minutos (existen 27 regiones o constelaciones en la astrología védica).

Finalmente, existe esta especie de relación prefigurada con el 21 de diciembre del 2012, una fecha que, ya sea por superstición, por mera proyección desiderativa o por una verdadera energía cósmica que se alínea, es histórica para el hombre: una especie de crisol planetario donde se vuelcan los miedos y los sueños de millones de personas.

Uno de los factores que se cita como determinantes en esta cita cósmica, particularmente por John Mayor Jenkins, es la alineación del Sol con el centro de la galaxia el 21 de diciembre del 2012, un fenómeno que representa el viaje al inframundo, el juego de pelota y el renacimiento (es decir un fenómeno simbólico y no un efecto físico per se). Esta alineación en cierta medida también se presenta hoy, pero, ¿más allá de una narrativa cosmogónica, de una poderosa metáfora, qué efecto tendrá?

Dejando de lado la astrología y las dudas que esta disciplina pueda dejar en algunas personas, lo indudable es que hoy en el espejo del cielo un drama cósmico se está representando, algo que apela tanto a la estética como al espíritu y, en este sentido, cada lector puede encontrar su propio significado: la simple belleza y el asombro de observar al Sol y la Luna cruzándose en el camino según nuestra perspectiva o un poderoso rito de transformación que incluye a todos los seres de este sistema solar como parte de un todo interconectado, de una obra de alquimia colectiva.

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