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Nueva teoría sugiere que enfermedades mentales son problemas metabólicos (de producción de energía)

Ciencia

Por: Luis Alberto Hara - 10/14/2024

Un origen metabólico modifica el paradigma neuroquímico de la salud mental y abre nuevas posibilidades terapéuticas

Por varias décadas hemos vivido en el paradigma médico de que la salud mental obedece a un paradigma de balance químico en el cerebro y por lo tanto la solución más fácil es modificar la producción de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina o la noradrenalina. Esto ha sido bastante conveniente para las farmacéuticas y para las terapias que no tienen tiempo para abordar algo de manera holística. Pero las cosas están cambiando desde diversos frentes. Una importante alternativa, más ligada a un tratamiento integral de la salud mental, ha sido propuesto por el investigador de la Universidad de Harvard, Christopher Palmer.

La teoría presentada en el libro Brain Energy de Christopher Palmer representa un cambio radical en la comprensión de la salud mental. Reposiciona los trastornos mentales como condiciones originadas en la energía metabólica, en lugar de ser simplemente desequilibrios químicos o predisposiciones genéticas. El núcleo de la teoría de Palmer radica en cómo la disfunción metabólica, especialmente a nivel mitocondrial, interrumpe la regulación energética necesaria para el buen funcionamiento del cerebro. Cuando las mitocondrias, que son las "centrales energéticas" de las células, fallan en generar energía de manera eficiente, afectan la producción de neurotransmisores, la regulación hormonal y la salud celular, lo que conduce a los síntomas de las enfermedades mentales.

El trabajo de Palmer se basa en una vasta cantidad de evidencia científica. Investigaciones que datan del siglo XIX muestran una conexión entre los trastornos metabólicos como la diabetes y enfermedades mentales como la esquizofrenia. Además, los estudios modernos de neuroimagen y genética revelan que las anormalidades en el metabolismo cerebral son comunes en diversas condiciones psiquiátricas, incluidas el trastorno bipolar y la depresión. Su teoría aprovecha esta base, conectando décadas de hallazgos dispersos en una explicación coherente de cómo la disfunción metabólica podría ser la causa principal de los problemas de salud mental.

La implicación más profunda de la teoría de Palmer es su potencial para nuevos tratamientos no farmacéuticos de las enfermedades mentales. Al centrarse en la salud metabólica, tratamientos como los cambios en la dieta (como las dietas cetogénicas), el ejercicio, la reducción del estrés y una mejor higiene del sueño ofrecen vías prometedoras para manejar e incluso revertir las condiciones de salud mental. Mientras que la psiquiatría tradicional a menudo enfatiza el uso de medicamentos para gestionar los síntomas, el enfoque de Palmer busca la curación a largo plazo, abordando la disfunción metabólica subyacente. Esta perspectiva revolucionaria podría transformar el campo de la salud mental, ofreciendo esperanza y soluciones prácticas para millones de personas que padecen condiciones debilitantes