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La operación "Anuncio de Victoria" marca una nueva escalada entre Irán y Estados Unidos tras el bombardeo de instalaciones nucleares iraníes.

La tensión en Medio Oriente dejó de ser una amenaza latente para convertirse en una serie de detonaciones reales. Este lunes 23 de junio, Irán lanzó al menos diez misiles contra bases militares estadounidenses ubicadas en Catar y uno más contra una base en Irak, como respuesta directa a los ataques de EE.UU. sobre tres de sus instalaciones nucleares el pasado domingo.

Las explosiones sacudieron la capital Catar, Doha, donde medios locales reportaron una serie de estallidos cerca de la base aérea Al Udeid, una de las más estratégicas para la presencia militar estadounidense en la región. Simultáneamente, se activaron sistemas de defensa en la base de Ain al-Asad, en Irak, ante el temor de nuevos ataques.

Las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido pidieron a sus ciudadanos “refugiarse en el lugar”, mientras Irán cerró su espacio aéreo como parte de su respuesta táctica. La operación fue bautizada por el régimen iraní como “Anuncio de Victoria”, un nombre que revela no solo el tono bélico, sino el objetivo simbólico del mensaje: no se trata solo de misiles, sino de posicionamiento y advertencia.

El ataque ocurre en un contexto de profunda fricción: apenas horas antes, EE.UU. confirmó haber bombardeado reactores nucleares iraníes, lo que detonó la cadena de represalias. Voceros israelíes y árabes citados por el medio Axios confirmaron el lanzamiento iraní, mientras la Casa Blanca aseguró estar “monitoreando de cerca las amenazas”.

Cabe recordar que esta no es la primera vez que Irán responde militarmente tras provocaciones estadounidenses. En 2020, luego del asesinato del general Qasem Soleimani, ya había lanzado misiles contra la misma base iraquí. Hoy, ese recuerdo regresa como eco de una historia cíclica que nunca terminó de cerrarse.

La Base de Al Udeid, ubicada en Catar, es clave para la estrategia militar de EE.UU. en la región. Y la base de Erbil, en el norte de Irak, funciona como punto logístico y de entrenamiento para la coalición internacional. Ambas están ahora en el centro de una escalada que podría extenderse más allá del Golfo Pérsico.

El estrecho de Ormuz, punto neurálgico para el comercio energético mundial, sigue abierto, pero ya se habla de un posible cierre como siguiente jugada iraní. Por ahora, el mensaje ha sido claro: Irán no dejará sin respuesta ningún ataque a su soberanía.


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Imagen de portada: CNN en español